Nota del General Gaspar Vigodet a José Piris comunicándole la suspensión de la lucha entre la plaza de Montevideo y Buenos Aires hasta tanto los diputados de éste ajusten comisión.
UntitledOficio de Juan Halsted Coe al Presidente de la República del Uruguay, Brigadier General Fructuoso Ri vera, considerando la importancia del aumento de la escuadra de su mando, para obrar sobre la escuadra enemiga de Buenos Aires y asegurar el dominio de los ríos, ya que el tirano Rosas arbitra todos los medios para aniquilar los elementos de poder y engran decimiento.
UntitledNota del Comandante General en Jefe de la Escuadra Guillermo Brown, al Gobernador delegado de Bue nos Aires, Felipe Arana, remitiendo sumario del reo Felipe Pulís.
UntitledCarta de José Rivera Indarte al General Juan Lavalle, recomendándole al joven Francisco Rodríguez, de cidido amigo de la buena causa. Agradece su felicitación por el Himno al Ejército Libertador.
UntitledCarta de Mariquita Sánchez de Mandeville a Felipe de Arana, comunicando su arribo y avisán dole haber dado parte del mismo al señor Vázquez el cual in formó al Presidente. Informa algunos hechos de sangre registra dos y la protesta del Encargado de asuntos franceses, Teodoro Pichón, relacionada con el desembarco de marinos franceses y la defensa de los particulares de sus mercaderías. Manda saludos para el Gobernador Rosas y doña Manuelita.
UntitledNota del Brigadier General Anacleto Me dina al Ministro de Guerra y Marina, Juan Brito del Pino, agra deciendo el diploma de condecoración para los Orientales que combatieron en Monte Caseros por la libertad de su partía.
UntitledCarta de [T. B. Wood] a Ovidio Lagos (1825-1891) enviada desde Montevideo el 20 de octubre de 1882 por medio de la cual da a conocer a su correligionario, el Sr. Juan Robles, tipógrafo de profesión, quién permanecerá por unas semanas en Rosario ocupado en la obra evangélica del Sr. Pinzotti. Estima que debe conocerlo por su participación en la Asamblea Anual Evangélica celebrada en en dicha ciudad y destaca su talento. Señala que la misión evangélica ha empujado al Sr. Robles a abandonar la imprenta "El siglo" de Rosario para valerse por sus propios medios y ayudarlos en las tareas de propaganda haciendo uso de su voz y su pluma.
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